Don Juan de Dios Cañedo y la protección jurídica de los españoles ante las leyes mexicanas de expulsión de 1827

Autores/as

  • Rafael Diego Fernández Coelgio de Michoacán

Resumen

Los pueblos hispanoamericanos compartimos un pasado colonial de tres siglos en
buena medida análogo, podría de allí deducirse que el inicio de la vida independiente de cada una de las nuevas repúblicas igualmente habría de ser semejante, como en buena medida lo fue. Sin embargo, un rasgo que resultó específicamente mexicano fue el de la difícil relación que los mexicanos hemos mantenido con nuestro pasado hispánico, al extremo de tratarse del único pueblo de la América Hispana que no tiene un solo monumento de su conquistador, en este caso de Hernán Cortés. Este repudio por los orígenes de la nación resulta por demás complejo de explicar. Sin embargo, en esta oportunidad vamos a tratar de un asunto que, si no de manera absoluta, sí estamos seguros que algo tuvo que ver en el surgimiento de esta actitud de rechazo. El asunto al que nos estamos refiriendo es el de la expulsión masiva de españoles del suelo patrio a escasos años de haberse realizado la revolución de independencia. Esa, por lo menos, resultó la primera vez, dentro de la nueva época, en que el sentimiento de odio hacia lo español, manifestado de manera general, afloraba en toda su intensidad.