La investigación histórica insiste, cada vez con mayor aplomo, en que los hechos más relevantes del siglo XIX tienen su origen en el pensamiento ilustrado. El siglo de las luces, con su cuestionamiento permanente y universal, dio las pautas por las que discurrirá el pensador del siglo siguiente. Si en materia educacional los franceses hicieron aportaciones de interés -sólo recordemos el Emilio y el Cándido- los españoles no les fueron en zaga. Y es que la educación hispana, de corte tradicional, muy vinculada a la Escolástica, aparecía como particularmente anticuada. Contra ella apuntaron esos grandes críticos que se llamaron Feijoo, Campomanes, Jovellanos. De ellos recibieron el legado inconformista los prohombres de nuestra Independencia: Juan Egaña, Manuel de Salas, Francisco Antonio Pinto, por mencionar sólo algunos.
Dougnac Rodríguez, A. (1984). La educación en Chile bajo la Constitución de 183. Revista Chilena De Historia Del Derecho, (10), Pág. 221–230. https://doi.org/10.5354/rchd.v0i10.25668