La idea de un orden mundial, que de algún modo abarque toda la tierra, es muy antigua, milenaria. Sin embargo, esto no significa que sea inmemorial, es decir, que haya existido siempre, que acompañe a los hombres de todos los tiempos y en todas partes. Ni menos que su realización sea algo espontáneo que brota por sí solo, a medida que pueblos y naciones distintos entran en contacto recíproco.
Bravo Lira, B. (1992). Del imperio a los estados. Universalismo y pluralismo en el orden mundial. Revista Chilena De Historia Del Derecho, (17), Pág. 7–22. https://doi.org/10.5354/rchd.v0i17.23657