El 31 de octubre de 1989, ciiando en sesión solemne presidida por el rector de la Universidad de Chile, ante las más altas autoridades universitarias, me correspondió recibir como profesor emérito a don Alamiro, lo titulé cofundador de la Escuela Chilena de Historiadores del Derecho. Al hacerlo, le transfería en parte el honor (que a mi juicio merecía) de situarse al lado de su maestro Aníbal Bascuñán Valdés, a quien él consideraba fundador de dicha escuela. Atribuía a Bascuñán y al maestro argentino Ricardo Levene su fonnación de historiador clel Derecho. Y no escatimó esfuerzos para que públicamente se les reconocieran sus méritos. De ambos hacía recuerdo en un hoinenaje a Jaime Eyzaguirre en que, a la par que bosquejaba la formación de éste, mentaba su propia génesis: "Jaime perteneció al grupo chileno de historiadores del derecho que nos formamos, entroncados con la nueva visión del pasado jurídico que comenzó a plantear entre nosotros Aníbal Bascuñán, hace casi cuarenta años, en la cátedra y en el Seminario. Siguiendo las líneas que habían marcado en España Altamira, el maestro de Bascuñán, y en América, Ricardo Levene, nos dedicamos a una revisión completa del Derecho Indiano; aún más, podríamos decir, una recreación del pasado jurídico de nuestro continente en el período yeyorativainente llamado hasta entonces colonial".
Dougnac Rodríguez, A. (1990). Alamiro de Ávila Martel y su proyección en los estudios histórico-jurídicos. Revista Chilena De Historia Del Derecho, (16), Pág. 7–10. https://doi.org/10.5354/rchd.v0i16.23864