El catastro, o ‘contribución catastral’ fue la primera contribución directa y el primer impuesto chileno en gravar la renta, conforme a las leyes de bases legales de 18 de octubre de 1831, 23 de octubre de 1834 y 28 de enero de 1837. Nacida para reemplazar las alcabalas, se esperaba sirviera de base para aglutinar toda contribución sobre los productos de la tierra. Determinaba la base imponible de cada contribuyente a través de ‘catastros’ o ‘reparticiones’, operaciones a nivel nacional que establecían la renta anual de todos los contribuyentes para un año, sirviendo dicho monto como base del impuesto hasta el siguiente repartimiento, aplicándose una tasa de un 3%. Nunca funcionó como se esperaba. Por problemas en su recaudación, se fusionó con el Impuesto Territorial por ley de 7 de septiembre de 1860, creando el Impuesto Agrícola.
Cattaneo E., I. (2019). El catastro: orígenes del impuesto a la renta en Chile. Revista Chilena De Historia Del Derecho, (25), pp. 213–263. https://doi.org/10.5354/rchd.v0i25.52157